Secretario: Henry Guerra
Comenzamos
la clase leyendo el acta de la sesión pasada y luego procedimos con el tema en
el cual abordamos los elementos más significativos de:
LA CONSTITUCIÓN
DOGMÁTICA SOBRE LA IGLESIA
LUMEN GENTIUM
LUMEN GENTIUM
De la cual leímos los numero del 13 al 17
Universalidad y catolicidad
del único Pueblo de Dios
13. Todos los hombres están llamados a formar
parte del nuevo Pueblo de Dios. Por lo cual, este pueblo, sin dejar de ser uno
y único, debe extenderse a todo el mundo y en todos los tiempos, para así cumplir
el designio de la voluntad de Dios, quien en un principio creó una sola
naturaleza humana, y a sus hijos, que estaban dispersos, determinó luego
congregarlos (cf. Jn 11,52). Así, pues, el único Pueblo de Dios está
presente en todas las razas de la tierra, pues de todas ellas reúne sus
ciudadanos, y éstos lo son de un reino no terrestre, sino celestial. Todos los
fieles dispersos por el orbe comunican con los demás en el Espíritu Santo, y
así, «quien habita en Roma sabe que los de la India son miembros suyos».
Todos los
hombres son llamados a esta unidad católica del Pueblo de Dios, que simboliza y
promueve paz universal, y a ella pertenecen o se ordenan de diversos modos, sea
los fieles católicos, sea los demás creyentes en Cristo, sea también todos los
hombres en general, por la gracia de Dios llamados a la salvación.
Fuentes que
fundamentan lo anterior: (cf. Hebr., 1,2), (cf. Act.,
2,42), (cf. Jn., 18,36), (cf. Sal., 2,8), (cf. Sal., 71 [72], 10; Is., 60,4-7;
Ap., 21,24), (1Pe., 4,10).
Los fieles católicos
14. Católicos… El sagrado
Concilio fija su atención en primer lugar en los fieles católicos. Y enseña,
fundado en la Sagrada Escritura y en la Tradición, además de estas dos fuentes
el maestro agregó otras más que son necesarias para la enseñanza, a saber; el magisterio, los sínodos y la reflexión
teológica. Esta Iglesia peregrinante es necesaria para la salvación.
El único
Mediador y camino de salvación es Cristo, quien se hace presente a todos
nosotros en su Cuerpo, que es la Iglesia. Pero no olviden todos los hijos de la
Iglesia que su excelente condición no deben atribuirla a los méritos propios,
sino a una gracia singular de Cristo, a la que, si no responden con
pensamiento, palabra y obra, lejos de salvarse, serán juzgados con mayor
severidad.
Fuentes que
fundamentan lo anterior: (cf. Mc 16,16; Jn 3,5),
Vínculos de la Iglesia con
los cristianos no católicos
15. La Iglesia se reconoce unida
por muchas razones con quienes, estando bautizados, se honran con el nombre de
cristianos, pero no profesan la fe en su totalidad o no guardan la unidad de
comunión bajo el sucesor de Pedro. De esta forma, el Espíritu suscita en todos
los discípulos de Cristo el deseo y la actividad para que todos estén
pacíficamente unidos, del modo determinado por Cristo, en una grey y bujo un
único Pastor. Para conseguir esto, la Iglesia madre no cesa de orar, esperar y
trabajar, y exhorta a sus hijos a la purificación y renovación, a fin de que la
señal de Cristo resplandezca con más claridad sobre la faz de la Iglesia.
Los no cristianos
16. Por último, quienes todavía
no recibieron el Evangelio, se ordenan al Pueblo de Dios de diversas maneras.
En primer lugar, aquel pueblo que recibió los testamentos y las promesas y del
que Cristo nació según la carne (cf. Rm 9,4-5). Por causa de los padres
es un pueblo amadísimo en razón de la elección, pues Dios no se arrepiente de
sus dones y de su vocación (cf. Rm 11, 28-29).
Pues
quienes, ignorando sin culpa el Evangelio de Cristo y su Iglesia, buscan, no
obstante, a Dios con un corazón sincero y se esfuerzan, bajo el influjo de la
gracia, en cumplir con obras su voluntad, conocida mediante el juicio de la
conciencia, pueden conseguir la salvación eterna. Cuanto hay de bueno y
verdadero entre ellos, la Iglesia lo juzga como una preparación del Evangelio y
otorgado por quien ilumina a todos los hombres para que al fin tengan la vida. Por
lo cual la Iglesia, acordándose del mandato del Señor, que dijo: «Predicad el
Evangelio a toda criatura» (Mc 16,15), procura con gran solicitud
fomentar las misiones para promover la gloria de Dios y la salvación de todos
éstos. Elementos que después del Vaticano II traen revuelo…
Fuentes que
fundamentan lo anterior: (cf. Mc 16, 16; Jn 3, 5), (cf. 1 Tm
2, 4), (cf. Rom., 11,28-29), (cf. Act., 17,25-28), (cf.
1Tim., 2,4), (cf. Rom., 1,24-25), (cf. Mc., 16,16).
Carácter misionero de la
Iglesia
17. Como el Hijo fue enviado por
el Padre, así también. Él envió a los Apóstoles (cf. Jn 20,21) (Fundamento
trinitario de la misión). Diciendo: «Id, pues, y enseñad a todas las
gentes, bautizándolas en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo,
enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado.
Predicando
el Evangelio, la Iglesia atrae a los oyentes a la fe y a la confesión de la fe,
los prepara al bautismo, los libra de la servidumbre del error y los incorpora
a Cristo para que por la caridad crezcan en El hasta la plenitud. Así, pues, la
Iglesia ora y trabaja para que la totalidad del mundo se integre en el Pueblo
de Dios, Cuerpo del Señor y templo del Espíritu Santo, y en Cristo, Cabeza de
todos, se rinda al Creador universal y Padre todo honor y gloria.
Fuentes que
fundamentan lo anterior: (Mt 28, 19- 20), (cf. Hch 1,8), (1 Co
9,16), (Mal., 1,11).
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